El campo es un mundo de posibilidades, aparte de darte paz, tranquilidad y conexión con la naturaleza, es una gran puerta para oportunidades laborales, sostenibilidad ambiental y desarrollo económico. En esto radica el deseo de muchas personas de construir su vida en función de este, es decir, trabajar para el campo y por el progreso.
Ten en cuenta que antes de iniciar con tu proyecto es necesario que definas muy bien si es a lo que te quieres dedicar y lo que te apasiona. ¡Tranquilo! No queremos sembrar dudas en ti, pero si buscamos que estés 100% seguro de que este es el trabajo de tus sueños, ya que necesitarás mucha disciplina y dedicación para lograr lo que quieres.
¡A soñar! Imagina lo que quieres y proyecta tu idea
Si estás a penas adentrándote en este mundo, lo primero que debes hacer es conocer el sector al que vas a ingresar, es muy importante que investigues, preguntes y analices las diferentes posibilidades que te da esta industria. Puedes hacer cursos, talleres o buscar en internet por tu cuenta. Lo importante es que te vayas poco a poco empapando del tema para que cada vez seas más experto.
Una vez has adquirido toda la información que necesitas, lo que debes preguntarte es qué producto quieres comercializar y cómo. Por ejemplo, si lo tuyo son los animales, debes inclinarte más por el sector pecuario, si de lo contrario lo tuyo es la siembra y cosecha de frutos, elige el agrícola. La intención de esto es que puedas tener tu idea de negocio establecida, que seas detallado con lo que quieres y puedas llevar a cabo tu proyecto con más facilidad y seguridad.
Pon los pies en la tierra
Es el momento de aterrizar tu idea, pero… ¿Qué implica esto? Traerlo a la realidad. Una vez tienes muy claro qué es lo que quieres y cómo sueñas tu proyecto, debes saber qué tan rentable es. Por ejemplo, ten en cuenta la viabilidad del terreno, los recursos materiales disponibles, el espacio que tienes para eso, la materia prima que necesitas. En otras palabras define tus posibilidades, puesto que una cosa es imaginar todo aquello que quieres y otra cosa es tomar acción.
La pregunta ahora es, ¿Cómo llevar a cabo tu idea de negocio? Cuando tengas muy claro exactamente lo que quieres, haz el Plan de acción. En él define los objetivos, misión, estrategias, la rentabilidad del negocio y el presupuesto destinado para este. Ten en cuenta que debes ser detallado porque esta será la ruta de partida para iniciar tu proyecto.
Además, es importante que establezcas una razón de ser a tu negocio, no solo porque le das autenticidad, sino porque crearás una marca rígida y única. Plantea cuál será el factor diferenciador de tu empresa y qué valor agregado le dará a tus clientes.
En el caso del agro, por su magnitud y dimensión, trabaja de la mano de otras personas que estén tan comprometidas con el proyecto como tú. Forma tu equipo e inicia tu nuevo negocio con toda la actitud. ¡No te preocupes!, no es necesario que tu equipo sea muy grande, puede ser tu familia, un amigo o alguna persona especializada, lo importante es que juntos trabajen para alcanzar el éxito del negocio.
Manos a la obra
¡Es momento de tomar acción! Todo este proceso toma tiempo, no creas que es una cuestión de un día. Es preferible que te tomes el tiempo que necesites antes de que te apresures y no salgan las cosas como quieres. Si algo es seguro es que este camino te dará muchos aprendizajes y al final cosecharás todos los frutos que sembraste.
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